12 de abril de 2011

Crónica de un grato recorrido


8 pm cogí una mochila,  la cual llene de unas cuantas prendas entre ellas un polo blanco y otro negro, una falda ploma un tanto pequeña que dejaba descubierta mis rodillas,  unas sandalias negras, y una ropa interior negra sensualona … y también entre otros accesorios de aseo y algunas cosas adicionales … 

Empujada por un hermoso sentimiento que se alimentaba con las imágenes de recuerdos que luchaban una contra otra aumentando así mis deseos de estar a su lado, con intentos de manipular el tiempo sin resultado positivo…..me desvestí….y  me metí a la ducha….estuve bajo las gotas aceleradas que bajaban presurosas por rosar mi solitario y caliente cuerpo… cerré los ojos y sentí como el agua cosquilleaba mi semblante,  permanecí  30 menos 15 minutos , escuchando como el agua se llevaba mi excitación con complicidad del tiempo.


Alertada por mi reloj biológico salí de la ducha me envolví en la toalla blanca, escurrí mi cabello y salí del baño dejando gotas en el camino … cerré la puerta,  las cortinas, dejé al F cantar en los parlantes…me sequé el cuerpo, el cabello, tiré la toalla, me miré al espejo, así…desnuda….ventilando mi aún humedecido cuerpo, cogí el peine, lo pase por mi cabello lacio, el mismo peinado de siempre…pero con la osadía de nunca...


Él al otro lado del móvil apurando mi partida, compartiendo las ansias de que llegue el otro día….
Cargué la mochila, Callé al F, apagué la PC, las luces, jale la puerta, las llaves, baje las escaleras, al segundo piso, al primer piso, atravesé la puerta, suspiré... me escapé… ¿De quién? …de la rutina…caminé a la avenida con un pantalón negro, con un suéter también negro, aretes y un collar también negros y para variar zapatillas blancas, tome un taxi rumbo al terminal para abordar al primer bus que me lleve con dirección a sus territorios, me ubiqué en un lugar no tan cómodo al lado de la ventana, pagué el monto del pasaje, un señor se acomodo a mi costado, traté de amoldarme a ese ceñido diván, me puse los audífonos al oído, posé mi cabeza divisando la noche, cerré los ojos, y me quede dormida......

Cada hora de viaje que pasaba, abría mis ojos y despertaba alertada, como si mi reloj biológico  estuviera desconfigurado por los impulsos que mi cuerpo emitía, a un par de horas después del amanecer, volví a despertar en un lugar de ensueño real, percibiendo los retrasados rayos del sol que desalojaban la bruma de la mañana; dentro de tan sólo una hora llegaría al final de aquel inesperado pero deseado periplo el cual se alargaba por los estancos necesarias para los demás expedicionarios.

El arribo se dio a las 8 am aproximadamente, cogí la mochila (como él diría “la mochila guerrera”) y en raudos pasos, resulté al exterior del transbordador, divise por todos lados, caminé percibiendo miradas impúdicas y palabras soeces de míseras criaturas, caminé constante  en cada paso, mis pies eran guiados por el instinto y el sexto sentido, que a la vez también eran llevados por el afán vehemente de volver a verlo.

Llegué a un concurrido emplazamiento, que parecía no tener donde terminar, divisé en busca de alguna banqueta para descansar un poco antes de continuar rastreando indicios del principal protagonista de aquella desquiciada  travesía. Cuando me dirigía hacia aquel avistado lugar, tuve una sensación presagiosa que me obligó a voltear inmediatamente, ahí estaba él, siguiéndome los pasos, me miró, se acercó sonriendo, y me besó...y ahí me percate que el también me encontró. Cogió mi mano como quien decir...“Te tengo” y no la soltó…y caminamos.
Nos encerramos en 4 paredes (blancas con trazos amarillos y azules) muy grotescas, muy inauditas, y nos desconectamos del mundo exterior, de la rutina del día a día, convertimos ese lugar en un cosmos nuestro... convertimos ese día en una vida dibujada en un papel, trazamos cada detalle, cada hora, cada minuto, cada segundo...convertimos ese día en un instante de esperanza venidera. Ese día él fue EL y yo fui YO.
    Nos recostamos sobre sábanas blandas color perla, y conversamos (yo podría escucharlo todo el día, mientras miraba sus ojos, sus labios, su risa y su sonrisa)….conversamos mucho…conversamos poco, conversamos con palabras…sin palabras, conversamos con miradas…con los ojos abiertos, con los ojos cerrados….conversamos con las manos, con los pies…conversamos con caricias, con gestos, con expresiones…..conversamos con el cuerpo, con el alma…..conversamos con el corazón.
    Enervados caímos dóciles, frente a frente, con nuestros cuerpos tendidos inertes, nos miramos y sonreímos secuaces, él liberó un estirado suspiró penetrante, cerró los ojos, y se quedó dormido, yo en mi fallido intento de resguardar sus sueños, me uní a ellos. Y así nos eternizamos efímeramente apartados por los sueños, y atados por las manos, que se negaban echarse al abandono.
    El tiempo amenazador, no demoró en desfilar traicionero, desalojándonos de aquel aposento libertino que nos albergo sin ningún inconveniente, concediéndonos así una noche negada. Volvimos a cubrirnos con las prendas que permanecieron olvidadas hasta ese entonces. Cruzamos hacia la otra dimensión, tomados de las manos, enfrentando lo que se venía…la despedida.

    Adelantamos una cena romántica (que no tenía nada de romántico), pero fue la primera que tuvimos juntos, y yo deseé que no fuera la última….y también anhelé que el desee lo mismo.
    Las manecillas del reloj corrían aceleradas, celosas de verme con él, envidiosas de ese lapso que fui Feliz y de verdad así me sentí, llegando así a las 9:30, avanzamos presurosos, apretando nuestras manos al ritmo de nuestros pasos, hasta que llegamos al único momento indeseable….al único momento desatinado de ese día.

    Cada paso que iba acortando la distancia entre nosotros y el ómnibus, mi corazón contrariado trataba de aplazar mis pasos, mi andar…mi caminar. Nos situamos frente a la puerta la cual esperaba abierta para devorar mis huellas, dejando atrás ese glorioso día.

    Él articuló una mágica frase, dejando que la noche guarde una brizna de su sonrisa afligida, nos miramos nostálgicos, angustiados, abatidos….nos abrazamos fingiendo valentía estrechando apasionadamente nuestros labios, rescatando un último beso y yo……yo no me había sentido así en mucho tiempo y presentí que todo esto era nuevo también para él, me aferré a su pecho para despedirme de su corazón, que parecía decirme algo….que parecía pedirme que lo lleve, y yo….yo le prometí volver…..prometí volver a rescatarlo de esa gélida e insensible membrana voraz, que cruelmente no le permitía soñar, sentir, vivir…..Inhalamos el mismo aire, cerramos los ojos, palpamos nuestros cuerpos enlutados, buscamos otro beso…..y nos desprendimos. 

    Al primer paso, volteé a divisarte, y tú…tú te disipaste con la noche…y ahí me di cuenta de la opresión que me esperaba, porque ya empezaba a extrañarte. Subí, empuñe mis manos reteniendo un desbordante llanto, atravesé el pasillo, con miradas sorprendidas, detractoras al ver que hace unos segundos era la intérprete de la más vil, deleitosa y desgarradora despedida….me senté…lleve los audífonos al oído, posé mi cabeza divisando la noche y le pedí a la luna que no ignore ese día, cerré los ojos, y volví a quedarme dormida….

    4 sensaciones...:

    Anónimo dijo...

    MUY BUENO PERO YA PS, LA CONTINUACION y como dirias tu no dejes de escribir xD...

    Anónimo dijo...

    esta muy chvr y emotivo,nose porque ese tipo de desenlaces me agradan no por lo triste sino por mas emtoivos creo muy bueno....NO DEJES DE ESCRIBIR...ASI

    Poolxito dijo...

    Excelente!! no había tenido tiempo de leerlo antes =/ pero bueno ..

    Me gustó mucho el inicio, un poco más la mitad, pero el final en verdad que deja sin palabras para quien lo lee.

    Espero sigas escribiendo como hasta ahora. Buen blog!
    Saludos!

    Anónimo dijo...

    me encanta tus historias bueno aunk recien las ley son muy bonitas heee espero otra

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