Confesiones...

Hay cosas que debes saber, antes de saltar conmigo...

Debes saber que...me encantas así, justo como eres...con tus locuras, tus temores, tus pasiones. Mantengo tus penas, tus agonías. Comprendo tu desesperación,  tu respiración.

Debes saber que...adoro tu sonrisa, tus labios, tu mirada, tus ojos, tus pestañas, tus dedos, tus manos, tu cintura, tu espalda. Que sería de mi sin ellos.

Debes saber que...tengo miedo de perderte, de perderme. De no hacer nada por evitarlo, de que tiremos la toalla. De que uno de los dos se vaya. De que la soberbia termine por cegarnos.

Debes saber que...tengo ganas de contarle a todo el mundo lo que podemos hacer, lo que queremos hacer. Temo no poder explicarlo bien porque algunos no lo van a entender.

Debes saber que...quiero conocer el mundo contigo, pero antes quiero conocer tu mundo.

Debes saber que...estoy convirtiéndome en una mujer para ti, pero aún tengo una niña dentro de mi, que busca al tuyo y que a veces lo encuentra.

Debes saber que...cuando estas del otro lado del teléfono, agradezco y lloro en silencio pidiendo que tu voz no desvanezca.

Debes saber que...no seré la pared con la que dicen que vas a chocar, seré el muro que te sostendrá, que te fortalecerá, que te mantenga de pie a ti...a mi.

Debes saber que...admiro cada paso, cada movimiento, cada ascenso. Que das con firmeza, extendiendo tu mano a la mía, sujetándome para no dejarme caer.

Debes saber que...tengo miedo que llegue el día en que dejes de mirarme de la forma como me miras, con tus pestañas derretidas y tus ojos enamorados.

Debes saber que...eres lo que siempre quise, pero no lo que esperé; porque no pensé que llegarías, no pensé que te enamorarías. 

Debes saber que...ahora somos uno. Que somos...increíblemente inquebrantables.