17 de octubre de 2011

12 Días ... ??


Viernes de Enero, un día de esos pocos, que esperas con ansias y por momentos se ven inalcanzables…

Llegué mucho más temprano que de costumbre a cualquier otra cita, es que esta no sería como las ya vividas; llevaba jeans blancos, blusa celeste, sandalias negras que hacia juego con la cartera que cogí sin pedir, acompañada de una sombra de esperanza y seguridad que anteriormente no había sentido, cada segundo de espera me invadía la incertidumbre y la duda, tenía muchas ideas viajando por mi cabeza, sin darme cuenta casi de manera inconsciente cogí el celular como si pudiera incrustar mis dedos en el, con la desesperación de que no vibrara para traer malas noticias, caminando presurosamente, tratando de ubicar un lugar donde él, al llegar pueda verme, me posé en la segunda planta, al lado de unas escaleras mecánicas con el objetivo de poder vigilar la puerta de entrada instalada justo al frente….y así permanecí unos 60 menos 30 minutos viendo el tumulto de gente ingresar a ese centro comercial, de manera rápida posaba mis miradas hacia aquellos desconocidos tratando de identificar entre ese montón de rostros, el suyo, me sentí un poco agotada por la rápida inspección que hacía, el pesimismo amenazaba con invadirme de pronto el celular cobró vida ni bien lo sentí lo lleve al oído derecho…era él.


- Dónde estás - Dijo con voz agitada.

- Esperándote – aunque tenía más cosas para decirle, cuando de pronto me interrumpió indicándome el lugar donde se encontraba…

Ni bien colgó, yo ya estaba bajando, como si mis pies me llevaban por cuenta propia tuve ganas de correr, respiré, me concentré en cada paso para no tropezar, aprovechando ese pequeño tiempo para pensar que hacer, o que decir al verlo…

Llegue y no lo vi, ¡No estaba ahí!, desesperada cogí el celular, lo llamé y caóticamente se encontraba a pocos metros de mí, sólo que un pequeño puesto de helados interrumpía nuestra visión, avancé con el celular pegado al oído en dirección a donde me indicaba, cuando me vió, agito el brazo izquierdo invitándome a acercarme, ya te vi – le dije, colgué.

Mientras el espesor de la distancia se reducía, yo no podía quitarle los ojos de encima. Vestía una camisa blanca a rayas de manga corta, con un pantalón de tono medio beige la cual moldeaba su figura, que curiosamente aún se mantenía delgado, acompañado de una sonrisa acogedora y unos ojos que se robaban toda mi atención.

Cuando se dirigía a saludarme, cogiéndome del brazo, se inclinó para besar mi mejilla derecha, y yo llevada por la excitación acumulada en un impulso busqué sus labios sin dar importancia a la reacción que él podría tener, cerré los ojos y ……….. Nuestros labios se encontraron.

- ¿Por qué me saludas así? – Dijo ruborizado.

Inmediatamente una extraña reacción llevada por la impresión se apodero de mí, empecé a reír sorprendida por lo que había ocurrido, como si una parte de mí se negara a creer que él estaba ahí conmigo…Para mí.

- No puedo creer que te haya robado un beso – le dije.

- Yo tampoco – respondió, acompañado con una sonrisa tímida, me cogió de la mano – Vamos encontré un lugar para conversar – llena de curiosidad caminé junto a él, disfrutando la cálida textura de su mano, con esos dedos plácidos los cuales eran testigos de los momentos de ansiedad por los que pasaba cobrando como víctima a esas uñas que por poco y casi llegan al borde de las yemas.

......Continuará

3 sensaciones...:

nikolay dijo...

uau.... sorprendente....

Ce. Marcos dijo...

Hola. Me parece maravilloso que escriba estas anectoda, es impresionante los detalles vividos sean estos reales o no. Sigua escribido. Ce. Marcos

Anónimo dijo...

llama mucho la atención .... muy lindas las historias que algún día se aran realidad...ya sabes nada es imposible...sigue soñando que algún día llegara....saludos

Publicar un comentario

 
;